viernes, 6 de junio de 2008

Hotel Nómada, de Cees Nooteboom


Una magnífica recopilación de relatos sobre viajes por África (Gambia, Malí) y América del Sur (Bolivia, México) a finales de los 60 y en los 70 de este gran autor holandés. Mezclando una virtuosa y emotiva técnica descriptiva con reflexiones sobre el destino del mundo y la situación política en el lugar visitado, alternando el artículo periodístico con el clásico texto de viaje, Nooteboom crea impresionantes cuadros retóricos y a la vez hiperrealistas que no nos pueden dejar indiferentes.

"Una multitud de mil cabezas extendiéndose a lo largo de kilómetros, moviéndose felizmente sobre sí misma, todo tipo de razas y atuendos, todo el mundo plenamente ocupado en algo, grupos de hombres con amplias capas y turbantes, ovejas que balan, patriarcas, mujeres con niños a la espalda, pescado seco, mijo carrizo, extrañas piedras, salsas de color de barro, frutas, corazones, intestinos, especias."

"El río se ensancha cada vez más, llegamos a un poblado de cabañas redondas de mimbre, veo a la mujer más bella que he visto en mi vida y que no podré olvidar nunca, cientos de corderos blancos salen de los póldares, no sé dónde estoy, el Sahara se ha transformado en un paisaje holandés... el sol es tan inmendo que paece tragarse la tierra, los niños gritan desde la orilla: toubab, Ça va?"

"La gran rueda del sol se sumerge en la llanura solitaria(...)una bandada de pájaros negros surca el cielo y desaparece en la llanura, y la llanura, a su vez, desaparece en la niebla".

"Me acerco de nuevo a las imágenes. Coatlicue, diosa de la tierra y de la muerte. Alrededor de su cuello cortado lleva un collar de manos y corazones, sus pies con garras de águila. Tláloc, el dios de las lluvias, de cuya boca inhumana asoman siete bultos que parecen colmillos. Quetzalcoatl sacrificándose a sí mismo con el objeto de crear el Quinto sol que evitará el fin del mundo. No muere en la cruz, pero le falta poco."

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